Dialogamos con Tomas Presman, Ing. Biomédico de nuestra Casa y ex prosecretario de la Secretaría de Graduados, quien se encuentra trabajando en la División de Equipos Médicos de INVAP sobre el desarrollo de este centro de vanguardia tecnológica.
“Es un centro de tratamiento oncológico de última generación donde se van a instalar equipos, de los cuales cuatro de ellos, son los primeros que se instalan en el país con una tecnología muy importante y precisa para el tratamiento del cáncer particularmente con radioterapia. Además, el equipo de protonterapia es el primero que se va a instalar en el hemisferio sur”.
La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) tiene a su cargo este proyecto que incluye la definición, construcción, comisionamiento y puesta en marcha del primer centro de protonterapia de Latinoamérica, el Centro Argentino de Protonterapia (CeArP), en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, conjuntamente con la Universidad de Buenos Aires (UBA), en particular con la colaboración del Instituto de Oncología Ángel H. Roffo, dependiente de la misma.
El CeArP, que será el primero de estas características en la Argentina y en toda Latinoamérica, estará dividido en dos sectores: uno correspondiente a la innovadora terapia con protones y el otro, también llamado sector convencional, que alojará los equipos convencionales de radioterapia.
La obra, que cuenta con el apoyo de la empresa rionegrina INVAP, se llevará a cabo en dos etapas: primero se construirá y se completará el sector convencional, dejando operativo todos sus servicios, y, luego, se erguirá el edificio para alojar el equipo de protonterapia.
¿Qué es la protonterapia y cómo funciona?
La protonterapia se considera la forma más avanzada de radioterapia que utiliza haces de protones para el tratamiento de cáncer porque permite concentrar la entrega de la dosis terapéutica en el volumen tumoral, reduciendo los efectos secundarios sobre tejidos sanos.
Este tratamiento utiliza los protones como si fueran proyectiles de máxima precisión contra los tumores. Su importancia radica en las propiedades físicas y radiobiológicas únicas de estas partículas.Los iones cargados de altas energías (velocidades comparables a la de la luz) pueden penetrar los tejidos con poca dispersión lateral, depositando bajas dosis en los primeros centímetros (tejidos sanos) para finalmente concentrar la máxima dosis durante su frenado, en los últimos centímetros de sus trayectorias (tumor). Esto permite una definición precisa en términos dosimétricos de la región a tratar. La dependencia con la profundidad de la deposición de energía de la partícula cargada se denomina “Pico de Bragg”.
Desde el punto de vista radiobiológico los protones, especialmente al final de sus trayectorias (zona del tumor), pueden generar una gran cantidad de daño complejo en el ADN de las células tumorales, mucho mayor que el causado por fotones o electrones, siendo la habilidad de la célula para reparar dicho daño mucho más limitada. Las estructuras críticas y tejidos sanos (como podrían ser el corazón, el cerebro o la columna vertebral) que se encuentren próximas a la zona afectada por un tumor, pueden evitar ser irradiadas o eventualmente recibir mucha menos dosis que con otras modalidades de radioterapia.
La comunidad científica recomienda el uso del tratamiento con protones para una serie de indicaciones basadas en evidencia, estimándose que globalmente 120 pacientes por millón de habitantes por año, como mínimo, se beneficiarían sustancialmente con la protonterapia. Una proporción importante de éstos son niños, en quienes se pueden lograr mejoras importantes en el tratamiento y efectos secundarios reducidos a largo plazo.
Este número está aumentando paulatinamente a medida que surgen nuevos resultados en todo el mundo. Los principales criterios que se consideran para la elección de esta modalidad son:
Pacientes para quienes la disminución de la dosis de radiación en tejido sano debería mejorar sustancialmente la calidad de vida al evitar los efectos secundarios en estos tejidos. Con tumores para los cuales los mejores tratamientos actuales no permiten administrar la dosis de radiación requerida, debido a la vecindad de estructuras críticas en las proximidades del tumor, muy resistentes a la radioterapia estándar. La dosis de radiación necesaria para el control es demasiado grande y afectaría en mayor medida a todos los tejidos en el camino de la radiación.
Personas especialmente vulnerables a los efectos tardíos relacionados con la radioterapia que afectan la función normal de los órganos, el crecimiento, el desarrollo físico y la aparición de segundas neoplasias malignas.
Un hecho tecnológico para América Latina
Este Centro de Protonterapia se convertirá en el primero de su tipo en todo el hemisferio sur y Latinoamérica. Solo 20 países a nivel mundial cuentan con esta tecnología avanzada en materia de tratamiento contra el cáncer.
Su edificio, que está en construcción, tendrá casi 8.000 metros cuadrados, y se estima que hay un universo potencial de 7.000 pacientes que podrían ser tratados con esta modalidad.
“Es un hecho tecnológico para América Latina muy importante y de gran aplicación para el tratamiento de tumores y cáncer pediátrico en el sistema nervioso central. Es decir, tratamientos de alta complejidad que con la protonterapia se puede realizar minimizando los riesgos y maximizando la eficacia del tratamiento. Muchos de estos casos hoy en argentina se derivan a Estados Unidos para tratarse allá, pagándolo. Este será un centro público donde se podrá tratar la ciudadanía con este tipo de patologías específicas en nuestro país. Esto probablemente será un centro de derivación de todo el país y países de la región”.
Presman destacó las grandes ventajas de poder contar desde el sistema de salud público con recursos que permitan dar una mejor calidad de atención y una mayor eficacia del tratamiento a las personas que no pueden acceder al mismo debido a sus costos. Debido a que este tipo de tratamientos son muy costosos, alrededor de 300 mil dólares. A raíz de la instalación del equipo de protonterapia podrá hacerse de forma gratuita en el país.
“Lo difícil es que la gestión es compleja porque no hay personal especializado, pero para ello INVAP está desarrollando este proyecto y capacitaciones. Será un centro de referencia muy importante donde va a haber equipos interdisciplinarios de trabajo en el tratamiento del cáncer. Además, para los biomédicos se desarrollará un laboratorio de investigación que se llamará Laidep que va a tener un sector con recursos instalados con un haz fijo de protones para experimentación e investigación”.
Las características destacadas del CeArP
El centro también contará con un "Acelerador Lineal Versa HD" que permite realizar radiocirugía dinámica de alta definición, proporcionando tratamientos con precisión guiada anatómicamente a velocidades superiores a los equipos convencionales.
Otro de los nuevos equipos se llama "Acelerador Lineal para Radiocirugía CyberKnife" y se utiliza para el tratamiento de tumores malignos y benignos, en general localizados tanto en zonas estáticas del cuerpo como en órganos afectados por el movimiento y cáncer pediátrico del sistema nervioso central.
Para poder llevar adelante estos tratamientos, el primer paso es el diagnóstico a través de tomografía computarizada de alta resolución, para lo que el centro contará con un "tomógrafo de energía dual" que provee información muy específica, lo que mejora la caracterización de la composición del tejido y disminuye considerablemente los errores asociados al cálculo de la dosis de protones que deben aplicarse.
A la vez, para la planificación de tratamientos de radioterapia, se utiliza también un Equipo de Resonancia Magnética, otro de los equipamientos que tendrá el centro, que permite la delineación de volúmenes tumorales y estructuras sanas, así como también para el seguimiento de la respuesta al tratamiento.
Junto con el tomógrafo de energía dual, este equipo de resonancia magnética conformarán un sector de imágenes de avanzada y de grandes prestaciones, totalmente integrado y compatible.
El CeArP incluirá, además, el Laboratorio de Investigación y Desarrollo en Protonterapia (Laidep), destinado a promover actividades de investigación, desarrollo y formación de recursos humanos.
Para ello, contará con una sala con un haz independiente e idéntico al que se utiliza con los pacientes en la sala clínica, lo que permite optimizar el entrenamiento.
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